CDMX
Fuente: excfelsior.com

El salvadoreño Kilmar Ábrego García es una pesadilla para el gobierno de Donald Trump, incapaz de pasar página ante el empeño de jueces y demócratas en defender su derecho a un juicio, tras su deportación a una megacárcel de El Salvador.
Trump y su gabinete machacan a diario que no se trata del padre de familia que pinta la prensa.
“No es un tipo muy inocente” sino “un migrante ilegal, miembro de la pandilla MS-13 (Mara Salvatrucha) y terrorista extranjero”, declaró ayer el presidente estadunidense.
Añadió que cuando Ábrego fue arrestado “vestía una sudadera con fajos de dinero”, considerado un símbolo de la MS-13, e iba acompañado de “dos de los miembros más violentos que” de esta “pandilla de matones”.
La Casa Blanca criticó la reunión de Ábrego con Van Hollen. Trump mostró los supuestos tatuajes del salvadoreño.
Demócratas, jueces y la Corte Suprema piden a la administración Trump que “facilite” el regreso de Ábrego García después de que reconociera que fue expulsado por un “error administrativo”, el pasado 16 de marzo, junto a más de 200 presuntos pandilleros.
Kilmar Ábrego García nació en San Salvador en 1995. Junto a un hermano y dos hermanas, ayudaba a mantener el negocio familiar de pupusas, un plato a base de tortilla de maíz.
Bajo amenazas de muerte, la pandilla Barrio 18 comenzó a extorsionar a los Ábrego. Con temor de que Kilmar y su hermano fueran reclutados por la pandilla, sus padres los enviaron a EU.
Kilmar llegó en 2011 al estado de Maryland, donde empezó a trabajar en la construcción y también en la maquila.
El argumento: Ábrego fue deportado bajo la Ley de Enemigos Extranjeros luego de que el gobierno de Trump decretó como “terroristas” a la MS-13 y otros cárteles de droga latinoamericanos.
Le negaron una solicitud de asilo, pero un juez le concedió protección legal para evitar que fuera deportado. Además, se le dio permiso de trabajo.
En 2018, entabló una relación con Jennifer Vásquez, con quien tuvo un hijo. Ella es también madre de otros dos niños de una relación anterior.
La Casa Blanca aseguró esta semana que ella acusó en 2021 a Kilmar por “violencia doméstica”. Vásquez dijo que retiró los cargos porque el incidente no se agravó y esa acusación no justifica su deportación , además de que es un “padre excelente” y sus tres niños lo extrañan.
En 2019, mientras buscaba trabajo en un Home Depot, Ábrego fue detenido por la policía y un juez alegó que un informante anónimo lo acusó de pertenecer a la MS-13 en Nueva York. Según su abogado, Kilmar jamás vivió en esa ciudad.
Esta semana, el senador demócrata Chris Van Hollen viajó a El Salvador, donde logró reunirse en un hotel con Ábrego.
El salvadoreño ya fue trasladado a otro centro de detención, donde las condiciones “son mejores”, informó Van Hollen, tras su paso por el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde “estaba traumatizado” y “tenía miedo de muchos de los presos de otros bloques que le gritaban y se burlaban de él de diversas maneras”, comentó el senador.